lunes, 2 de noviembre de 2015

NOCHE DE MIEDO

     Relato de terror basado en hechos reales.

     Lo que parecía ser una noche de Halloween en buena compañía y con planes prometedores se tornó en una noche de Halloween en buena compañía y... bueno, lo otro habrá que contarlo con más detalle porque lo merece.


     Todo empezó con unos mensajes la misma tarde (de alguien a quien de momento dejaré en el anonimato y llamaré... Patri, por ejemplo) para organizar una salida por la noche, y cito textualmente:
     - Hay un bar heavy en mi barrio
     - Te lo prometo
     - Se llama K*******
     - Muy troski todo
     - Te vienes??
     [ ]
     - Vamos a ver q tal
     - He ido una vez y no estaba mal
     - Conciertos y todo

     Ante eso, y con la opción de quedarme en casa lavando calcetines en el otro lado de la balanza, no quedaba otra que apuntarme. Intentaré relatar lo que sucedió a continuación sin que me tiemblen mucho las manos al escribir...

     Llegamos al susodicho garito y desde fuera ya se notaba algo raro, al oír algunas cosas que para nada encajaban en un pub de heavy metal (léase "Carolina" de M-Clan). Sin embargo, como decía Patri antes, se organizaban de vez en cuando pequeños conciertos, por lo que seguramente se trataba del grupo tostón de turno, que estaba ahí con su recital. Hasta aquí más o menos bien. Pero luego entramos...

     El primer guantazo metafórico me lo llevé al preguntar qué cervezas tenían (susto o muerte), pero esto casi es lo de menos con diferencia. El grupillo que tocaba (si se puede llamar así, porque estaba compuesto de un guitarra, un par de cantantes que se alternaban y un portátil que hacía la mayor parte del trabajo con los samples de bajos, baterías, guitarras y teclados) continuaba con un repertorio que seguía sin llegar a cuadrar del todo en un bar de música heavy, hasta que por fin el cantante (que parecía el clon moreno de Bisbal) anuncia que la actuación ya acaba. Pero lo peor estaba por llegar... era nada menos que el:

¡KARAOKE!

     "No, no, no, no... no puede ser... Esto no es real...", me decía a mí mismo una y otra vez. Pero según pasaba el tiempo la realidad me daba más fuerte en toda la cara. No sólo el momento en sí era bizarro, sino también los personajes y parroquianos por los que estábamos rodeados, de los cuales destacaría el hombre con la voz y el hígado más aterciopelados del lugar, que dejaría a Sabina como un sobrio cantante lírico, y una pareja muy muy raruna compuesta por un Jon de las Nieves venido a menos y una señora unos 30 años mayor que él, ambos pintarrajeados como el Cuervo (pero no el de Poe, una lástima).

     Y el karaoke empezó fuerte con Rock 'n Roll de Led Zeppelin... para estrellarse y no remontar el vuelo. Que ya no sólo era la elección de algunos temas, sino sobre todo la puesta en escenita por los personajes autóctonos antes mencionados. Las siguientes actuaciones musicales que torturaron mi alma fueron Jesucristo García de Extremoduro, I Want It All de Queen, Still Loving You de Scorpions, Agradecido de Rosendo, Dream On de Aerosmith, esa de los Suaves famosa de la chica de azul que nunca sé cómo se llama, Santa Lucía de Miguel Ríos (sí, estáis leyendo bien), Un beso y una Flor de Nino Bravo (posiblemente la mejor interpretada, aunque fuera por alguien recién salido de Proyecto Hombre) y Campanera, que no sé de quién es. Terror épico de postín.

     Finalmente, alguna entidad diabólica decidió que una vez no era suficiente y volvió con Carolina de M-Clan, por lo que así el círculo supremo de maldad se cerraba, y nosotros desalojamos como almas que lleva el diablo.

Sólo en esta foto hay más Halloween, más heavy y mejor cerveza que en el resto del artículo


    

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