miércoles, 21 de octubre de 2015

AHORRANDO ELECTRICIDAD (Y NEURONAS)

     El otro día leí un artículo que nos explicaba con detalle cómo ahorrar electricidad cambiando algunos hábitos de casa. He de decir que, si fuera un texto humorístico, tendría todo su sentido y hasta su gracia. Pero no, resulta que va totalmente en serio, con conocimiento y convicción. Y por eso toca criticarlo en este blog, que para eso está.




     El susodicho propone hacer estas cosas para ahorrar en la factura de electricidad:
  1. Cambiar las bombillas normales por bombillas de leds. No sé de qué fecha sería el artículo, pero si es reciente, llega como unos cinco años tarde... con razón a estas alturas necesita ahorrar en la factura eléctrica.
  2. Desenchufar todo lo que no se use. Y nos informa de los aparatos eléctricos que tiene en su casa, que entre ellos habla de -atención- dos videoconsolas, un iMac, un MacBook, un DVD (¿alguien sigue usando eso?), una televisión, una impresora, un TDT (he dicho antes cinco años, pero creo que son más los que tiene de atraso), el router, una cafetera y un microondas. Por supuesto, es lógico que después de comprarte un MacBook y un iMac necesites ahorrar unos centimillos al mes...
  3. Cargar el móvil en el trabajo. Ojo, que dice que puedes llegar a ahorrarte "la friolera de casi 1 euro al año". Todo un pastoncio, oiga. Pero luego los 650 lerus del nuevo telefonito de la manzana no duele soltarlos ¿eh?
  4. Menciona que usar el microondas es la forma más optimizada de cocinar (por eso de la relación tiempo/energía). Si es que a eso se le puede llamar cocinar, allá cada uno con sus papilas gustativas.
  5. Reducir el tiempo de las duchas diarias de 8 a 5 minutos, por eso del agua caliente y tal (si no tienes gas, se entiende). Ay, amigo... ¿y no sería más fácil y económico ducharte con agua fría? Aquí no se lo ha currado mucho.
  6. Poner lavadoras y lavavajillas a las 16:00, que es la franja horaria más barata. Si estás en casa a diario a las 16:00 y tienes trabajo, eres todo un privilegiado.
  7. Por último nos habla de regular bien las temperaturas de la calefacción y el aire acondicionado, y nos dice que es donde más ahorro se consigue. Pero si te pones un aire acondicionado imagino que es para usarlo y estar dispuesto a afrontar el consumo que te representa.

     Y ahora, puestos a dar truquitos sobre el consumo y el ahorro eléctrico, aquí van los míos, que son verdaderamente eficientes:

  1. Usar la contaminación lumínica de la calle como fuente principal de luz. Velas como fuente secundaria. En casos extremos, usar un mechero o empapelar la casa con pegatinas fosforescentes.
  2. Usar una Raspberry Pi como ordenador. Si se quiere, opcionalmente se puede conectar a un portátil, cuya batería obviamente la hemos cargado antes en el trabajo, el metro o la cafetería hipster más cercana. Con esto, ya podemos prescindir de televisión, DVD, videoconsolas... y cafetera.
  3. Lo mismo de antes aplicable al móvil. Si se te gasta la batería un viernes por la noche y no vas a salir en todo el finde, a aguantarse hasta cargarla el lunes en el curro como está mandado.
  4. Cocinar en microondas es un despilfarro. Lo suyo es comprar comida que no necesite cocinarse, o acostumbrarse a comer directamente de una lata. Como mucho, y aquí ya nos ponemos en plan exquisito, puedes calentarla con una vela o dejándola encima del router, que será lo único que no desconectes nunca (sobre todo si son de esos que tienen muchas lucecitas, que eso que ganas en iluminación).
  5. Esto de las duchas ya lo he dicho antes, con una de agua fría cada 7-10 días es más que suficiente, que de paso ahorramos agua también. Y dársela de día, por supuesto, porque las velas se pueden apagar si salpica el agua.
  6. ¿Qué es eso de lavadoras y lavavajillas? A lavar la ropa al río como se ha hecho siempre. Y a los cacharros, un fregao rápido (con agua fría, por supuesto) y a correr. Aunque si se aplica el punto 4 y comemos de las latas, no ensuciaremos prácticamente nada.
  7. Tener calefacción y aire acondicionado son lujos que podemos evitar siempre y cuando haya abanicos o ropa y mantas suficientes.
      Con todo esto seguro que ahorramos mucho más.

2 comentarios:

  1. Me encanta. La ropa al rio, muy cierto.

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  2. Calentar latas con una vela. El siguiente paso es echarle miradas acaloradas, a ver qué tal.

    Por cierto, muy fuerte lo de ahorrarse un pavo.

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Las faltas de ortografía bajan puntos en la nota final.